Nadie tiene más clientes famosos que él y en las cadenas de televisión privadas españolas su nombre se pronucia con respeto, no obstante les ha interpuesto más de 500 demandas contra el honor y la intimidad. Una gran mayoría ganadas. Los famosos lo adoran. No solo los defiende del acoso mediático, se hacen amigos. Antonio González-Zapatero acaba de crear una nueva marca de la antigua Asesores Bancarios, BECUS Ab, para dedicarse a distintos temas, entre ellos inmobiliarios, de familia y a la defensa de empresas y comerciantes. Con esta nueva marca ya tiene casos importantes. “No puedo hablar aún de ellos, solo diré – aclara -, que a nuestros clientes les hacemos un traje a medida porque su justicia es nuestra prioridad”.

MM.- Seguro que en Facebook, Twitter o Linkedin nos darán más información de usted, pero ¿por qué no se promociona usted a sí mismo? ¿Qué destacaría de Antonio González-Zapatero?

AGZ.- Si hay algo que destacar es que llevo dirigiendo equipos desde que tengo 27 años. Con 26 años me nombraron letrado de la oficina principal de Madrid de Banesto y pasé a dirigir a 14 abogados, todos bastante mayores que yo. Hice un máster de cómo había que tratar a la gente sin pelearme con nadie. Hablo del año 1987. Aquellos fueron los años más bonitos de mi vida. Otra virtud es que me considero un hombre libre, desde que salí de Banesto, años después, me estoy reinventando, me siento libre, como lo era Antonio González “el Pescaílla”, mi tocayo y el padre de la madrina de mi otro bufete, Averum, Lolita Flores.

MM.- Una pregunta crucial: ¿del Madrid o del Atleti?

AGZ.- Hay dos cosas que merece la pena: ser de España y ser del Real Madrid, y eso por la gracia de Dios. Este año cumplo 50 años de socio, mis bodas de oro con el club. Espero que pronto Florentino Pérez me imponga la insignia de oro.

MM.- ¿Tiene hijos? Usted siguió los pasos de su padre, Fiscal del Reino en tiempos de la Transición. Vivió usted momentos históricos con él. ¿Aprendió mucho de él?

AGZ.- Tengo dos hijos adoptados y es lo mejor que he hecho. Los adoptamos cuando tenían dos años, son mellizos, y según iban pasando los años nos dimos cuenta que eran discapacitados, tienen un problema de lenguaje. Algo que nos costó mucho aceptar. Los llevamos a colegios normales, pero a los 12 años decidimos llevarlos a colegios de educación especial, que, en un caso, creamos nosotros con otros 10 padres, y que sigue funcionando en Galapagar, donde hay ahora más de 90 niños. Por cierto, el actual gobierno durante el estado de Alarma ha sacado un decreto para eliminar los colegios de educación especial, cuando estos niños es imposible que los metas en colegios normales.

MM.- ¿Y en cuanto a su padre?

AGZ.- Todo lo que soy me lo ha enseñado él. Mi padre era mi mejor amigo. Mi padre era del Atleti, pero se hizo del Real Madrid por el cariño que me tenía, se hizo socio conmigo. Me dijo que tenía que sacar 3 o 4 matrículas de honor si quería que me hiciera socio del Madrid, y lo hice. Yo estudiaba lo justo para aprobar. Lo idolatro más porque se muere cuando lo iba a echar más de menos, cuando me incorporo al mundo laboral.

Mi padre, Eleuterio González-Zapatero, fue subsecretario de Justicia en el último gobierno de Franco. Elaboró con otros juristas la ley antiterrorista y las últimas penas de muerte que se dictaron en ese tiempo fueron bajo esta ley. Fue fiscal con el caso Jarabo y el caso Matesa y con el gobierno de Adolfo Suarez pasa a ser fiscal del Reino, es la época de la legalización del Partido Comunista en España.

MM.- ¿Se acuerda usted de la primera demanda que interpuso?

AGZ.- La primera demanda que presenté fue en Banesto, en la calle de Alcalá, que es donde trabajé desde el año 81, se acababa de morir mi padre, como dije. Se trataba de una letra de cambio y me equivoqué al interponerla pues los nombres eran similares, eran un padre y un hijo, y la sociedad se llamaba igual que ellos. El caso es que aproveché la equivocación para proponerle al hijo resolver el conflicto haciendo un calendario de pagos, cosa que él aceptó. Yo tenía 21 años y fue mi primer caso.

MM.- Pero teniendo la escuela que tenía de su padre…

AGZ- Sí, pero mi padre se dedicaba a temas penales y yo a civil y a mercantil.

MM.- ¿Qué asuntos llegó a llevar en Banesto?

JGZ.- Desde un crédito a una conocida central sindical para comprar un edificio singular y que un ministro de la época quiso firmar con lápiz, a un concurso de acreedores del hipódromo de Madrid. También hipotequé una conocida discoteca de referencia en Madrid. Esto en los primeros meses, Luego llevé las deudas de algunas personalidades de la vida pública y las de los partidos políticos de la época. Una de las cosas más curiosas fue cuando a una Fundación de reconocido prestigio le cobré en especies, tapices y alfombras que estuvieron en la central de Banesto hasta la época de Mario Conde. Aquella fue una de las primeras veces que se cobraba de una manera distinta.

MM.- Si entramos en becusab.es, su página web, nos encontramos con esta frase: “El éxito de nuestros clientes es nuestra mejor solución”. Explíquenos qué quieren decir…

AGZ.- La frase resume la filosofía del antiguo y del nuevo bufete. Cada cliente tiene un asunto distinto y la mejor solución es la que se adapta a su caso concreto. No puede haber dos asuntos iguales y se le debe de dar una solución concreta a su caso.

MM.- ¿Por qué un grupo de abogados con décadas de experiencia en el ámbito de la Justicia decide crear el despacho BECUS Ab?

AGZ.- No solo BECUS Ab se compone de abogados mayores sino que cuenta con personas de menos edad que sin ser abogados aportan una experiencia en temas inmobiliarios y comerciales que los abogados a lo mejor no tenemos. En mi obsesión por reinventarme cada cierto tiempo nace BECUS Ab para especializarse en casos muy concretos en áreas del Derecho diversas. No queremos ser un despacho multidisciplinar al uso. Vamos a escoger los casos que llevemos (después de tantos años es nuestro único privilegio), para que a nuestros clientes se les trate de forma exclusiva, para dar una mejor solución a su caso. He estado en un bufete con más de 100 abogados y al final, en muchas ocasiones, los casos los llevaban becarios o abogados con poca experiencia.

MM.- ¿Qué relación mantienen con el antiguo Asesores Bancarios y con Averum, su otro despacho?

AGZ.- Realmente tienen muy poca relación. Menos Santiago García Lomas, que compagina Averum y BECUS Ab y yo, que soy el que lleva temas de honor e intimidad y soy el socio director de ambas sociedades, los demás miembros del equipo son nuevos: Blanca Gutierrez es la directora comercial, y Arturo Canalda y Cristina Carrasco son abogados especializados en distintas áreas del Derecho. Además, Asesores Bancarios nació para llevar temas de banca, pero BECUS Ab no va a llevarlos porque la banca de hoy nada tiene que ver con la que yo conocí, en la que el cliente era una persona y no un número.

Con Averum nada porque se creó como ahora BECUS Ab, hace 5 años, para llevar áreas distintas a las de BECUS Ab, fundamentalmente de honor, intimidad y propia imagen, y protección de datos.

MM.- ¿Sus clientes pagan por horas o por soluciones, por sentencias favorables? ¿Cómo funcionan ustedes económicamente?

AGZ.- Nosotros le hacemos un traje a medida al cliente. Cada caso y cliente son distintos. No todos tienen el mismo dinero… Estudiamos todas las posibilidades de un caso y le decimos al cliente: la mejor solución es esta, e intentamos que no se llegue al juzgado en un porcentaje importante si podemos evitarlo.

Recuerdo mi ultimo caso en el anterior despacho. Fue un señor que se había quedado sin trabajo, era camionero, y su mujer tuvo un accidente. Sus hijos tenían 12 o 14 años. Me dijo: “No le voy a poder pagar ahora, pero usted detenga el desahucio mañana”. Le contesté: “No se preocupe”, y así lo hice. Esa es la diferencia de los bancos en aquella época, que nos conocíamos todos  y los clientes eran como si fuesen hermanos tuyos. Tú le dabas un crédito a un cliente y se tenía que morir para no pagarlo. Cogí el teléfono y llamé al director general y le dije que había que suspender el desahucio aquel y lo hizo. Ahora es: “Mira, pasa la propuesta y a ver si te lo aprueban en el comité…” Por eso la banca de ahora es distinta, porque todo lo que era el tema personal ha desaparecido.

Pero, en resumen, que lo que buscamos es una solución y en función de ella se le cobra al cliente.

MM.- ¿Qué tienen ustedes que no tengan los demás despachos?

AGZ.- Nosotros llevamos personalmente los temas. Yo me salgo de mi anterior despacho, que era un despacho de mas de 100 abogados, porque al final, como dije, en los despachos grandes y medianos los temas los lleva un becario o un junior, y aquí, como somos pocos, los asuntos los llevamos directamente nosotros. Prima el trato personal. En BECUS Ab a los clientes los atiende un abogado senior, como poco serán atendidos por dos responsables de área. Otra gran diferenciación es que llevamos 35 años en ejercicio. Además, insisto, unimos la experiencia profesional de muchos años de ejercicio con personas que no son abogados y que pueden dar soluciones distintas por su experiencia en otros campos. Lo dicho, que las soluciones que se tomen ayuden a evitar los juzgados, sean ágiles y prácticas. Cuando empecé en AB, añadíamos un plus económico para terminar los procedimientos en función de tiempos. Hasta los 6 meses un porcentaje, que ahora llaman de éxito; hasta el año otro, y en adelante otro. Esa filosofía se mantiene en BECUS Ab.

MM.- Entonces, ¿en BECUS Ab van a poner ustedes el acento en temas inmobiliarios?

AGZ.- Entre otros asuntos nos vamos a dedicar, como dije anteriormente, a la lucha del pequeño comerciante para que pueda salir adelante, el tema inmobiliario va de la mano de la crisis producida por el COVID ya que muchas familias se encuentran desoladas por la muerte de sus seres queridos y a ello se le suma hacer frente a herencias y todos los impuestos que ello conlleva. También existe el problema de poner de acuerdo a todos los familiares con las herencias. Nosotros somos un gran apoyo y pretendemos que todo el mundo quede contento y, sobre todo, convencido que se está mirando por cada uno de ellos sin que nadie salga perjudicado.

MM.- Ha mencionado usted a los comerciantes, uno de los sectores más castigados por la actual crisis ¿qué puede hacer BECUS Ab por ellos?

AGZ.- Cuando el pequeño comerciante no puede hacer frente a sus obligaciones de manera actual o inminente, debe plantearse, según la situación, diferentes opciones: comunicar al Juzgado la situación en la que se encuentra, para evitar posibles responsabilidades, e intentar un acuerdo de refinanciación, un acuerdo extrajudicial de pagos o adhesiones a una propuesta anticipada de convenio. Si es imposible deberá en el plazo establecido solicitar concurso de acreedores de manera voluntaria para evitar responsabilidades futuras. Sí, estamos preparados para echarles una mano en estos momentos tan difíciles.

MM.- Hay un fenómeno que se está convirtiendo en costumbre y es el de reclamar por todo. ¿De qué lado se ponen ustedes, de los reclamantes, de los consumidores, o de los reclamados, de las empresas?

AGZ.- Sí, es verdad; que alguien se cae en la calle, se ve envuelto en un accidente, que la aspiradora no le funciona… se reclama judicialmente. Hemos llegado a un punto en que gestionar un negocio, una tienda, un comercio, genera estrés. De hecho, las compañías de seguros amplían negocio cubriendo cada vez más supuestos de riesgos por inéditos que sean. Abogados y asociaciones de consumidores abaratan costes para reclamar los daños sufridos, sean causados o no por una negligencia… No se trata de qué lado estamos, es que no es justo. Así que si tienen miedo de que les reclamen con acusaciones sin fundamento, o exorbitadas… piensen en BECUS Ab.

MM.- Sus usuarios se quejan de que la Justicia es lenta. Ahora, tras el confinamiento, los casos deben haberse acumulado y el retraso debe ser aún mayor. ¿Cómo actúan ustedes con sus clientes para enfrentarse a una lentitud ya de por sí endémica?

AGZ.- Nosotros, lo reitero, intentamos evitar los tribunales, es el último recurso. Intentamos solucionar los temas, y ahora más, porque hay atasco con el tema del COVID

MM.- En la Justicia de España, antes, las negociaciones no existían y sin embargo ahora…

AGZ.- Y antes todo había que presentarlo por escrito. No sé si es mejor o peor, pero los juicios ahora son verbales, antes no existían.

MM.- ¿Qué va a cambiar en la Justicia el Covid19? ¿Quizás el aumento evidente de denuncias contras las distintas administraciones sanitarias? Son muchos fallecimientos, algunos inexplicables.

AGZ.- Va a ser un completo desastre con tanta reclamación como hay interpuesta. Con el móvil quieren tener localizada a la persona con Covid y ahí hay un montón de datos personales, por lo que va contra el derecho a la intimidad. Aunque digan que es anónimo… Luego están las querellas por los fallecimientos que abarrotan los juzgados.

MM.- ¿Qué le parece que la antigua ministra de Justicia sea ahora, sin mediar tiempo entre uno y otro cargo, fiscal general del Estado?

AGZ.- Tremendo. Eso en la época de mi padre era impensable. La obligación debe ser estar 2 o 3 años de excedencia si estás en política o te sales de ella. Si has sido la Ministra de Justicia tu no puedes ser a renglón seguido la jefa de los fiscales, es incompatible. Porque los fiscales deben de obedecer al fiscal jefe, los jueces no, hacen en su juzgado lo que quieren. En los tiempos de mi padre, los fiscales jefes le decían a los demás: NLJ, no la jodas, con eso bastaba.

MM.- ¿Ganarían mucho dinero con las 500 demandas interpuestas a las cadenas de televisión privadas por derecho al honor y a la intimidad?

AGZ.- Por desgracia el daño moral en España no es equitativo con el perjuicio que se produce, si hablamos del tema económico. Si alguno de nuestros clientes hubiera interpuesto las demandas a las televisiones de EE.UU. serían archimillonarios. Luego está el poder que tienen las cadenas de televisión en todos los ámbitos, en España la prensa no es el cuarto poder sino el primero.

Nosotros ahora tenemos varias demandas de este tipo, pero distintas. Como la de un hombre al que sacaron en La Sexta diciendo que lo habían multado por haberse pegado con alguien, y que nos llamó y nos dijo que él no se había pegado con nadie. Las imágenes públicas de gente que es anónima también se pueden demandar, incluso pueden tener derecho a rectificación.

MM.- ¿Algo más que decir a sus lectores?

AGZ.- Sí. Que nos llamen, que en BECUS Ab tenemos una solución para cada uno de ellos.

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